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sábado, 14 de noviembre de 2015

Tango y copas

Se trata de un tango de Héctor María Artola y Carlos Bahr que, en 1942, cobrara mucha repercusión en la versión de Alberto Marino con la orquesta de Aníbal Troilo. El protagonista reclama más tangos y alguna copa, que es lo que hacemos en la milonga. Después de un par de tandas hay que refrescar el garguero y darle gasolina a los remos para seguir dejándonos el alma en la pista.

Como, por ejemplo, lo haremos esta noche en BIEN MILONGA, el bailongo que realizamos los sábados y martes a partir de las 21 horas en la Casa de Aragón, de la Plaza República Argentina, de Madrid. Porque es un rito que venimos alimentando desde la juventud que dejamos atrás, aunque las ilusiones y el entusiasmo no han menguado. Porque uno escucha a esas orquestas maravillosas del 40 y 50, y los pies te llevan en remolino a gastar suela y a vivir la aventura del tango bailado. Como lo cantaba Marino en este tango.

Al influjo de tu tango
se despierta mi nostalgia,
y al conjuro de tu voz
se me arruga el corazón,
bandoneón de voz amarga

                                                 


Y no le pasa solamente a uno. Aunque los tiempos hayan cambiado, esa emoción, el placer de milonguear, sigue estando vivita y coleando. Dicen que para muestra basta un botón,  y yo traigo aquí algunos ejemplos de como se mueven  las parejas actuales en diferentes milongas del mundo.

Por ejemplo, me traslado a Volos, en Grecia, donde hay una milonga llamada Puerto de tango. Allí, la pareja que integran Jorge Tsaousoglou e Ioanna Andrikopoulou, bailan el tango Pocas palabras por la dupla Tanturi-Castillo.

                                               

                 

Evidentemente, hoy día, en todas partes de cuecen habas y se baila tango. Y lo hacen con un  espíritu milonguero de primera. Por eso me encanta darme esos viajecitos para disfrutarlo. Por ejemplo, me rajo a Torino, Italia, y allí me encuentro a Damián Rosenthal y Celine Ruiz, en el 13º  Torino Tango Festival. Y se enchufan al mango con esta milonga: Arrabalera, por el Quinteto Pirincho.

                                              

Ya que estoy en Italia y perché mi piace molto, me paso por la MilongaMelograno, en Castellanza, provincia de Varese, donde Marco Palladino y Elena Garis, bailan el valsecito Desde el alma,  por la orquesta Color Tango, con los mismos e históricos arreglos que hicieron los músicos de Osvaldo Pugliese en Japón.

                                     
 
Y como hoy arranqué con este tango del título, me parece que no vendría nada mal verla a la gran Libertad Lamarque cantándolo en el filme La dama del velo, y alegrándonos la matinatta.  ¿A que sí?

                                  
                                         

                                                                          

1 comentario:

  1. vengan tangos,vengan copas que a mi vida la rescato del ayer -chan chan salute jose maria juan de boedo

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