Vivió apenas 32 años y los últimos bastante mal, pero dejó una herencia sublime, títulos maravillosos que continúan airosamente en los atriles de todas las orquestas típicas del mundo. Derecho viejo, La cachila, La guitarrita, Suipacha, Maipo, Retintín, El Marne, Comme il faut, Catamarca, La cabrera o Rawson, por citar algunas de sus impresionantes creaciones, nos dan la pauta de su talento.
Siempre lo admiré y lo quise y sufrí por su negro destino y las malas pasadas que le jugó la ruleta del destino. Mi primera colaboración periodística la hice a los 20 años con una nota sobre su obra.
Cuando después de muchos años trajeron sus restos a Buenos Aires, por mediación de Cátulo Castillo, fui con un amigo a acompañar el paseo de los mismos por su barrio de Barracas, con el alto obligado en la Placita Herrera donde jugueteó su infancia.
Hoy le traigo esta belleza de tango, que El Tigre del bandoneón grabara el 23 de abril de 1917 con su orquesta que integraba: Arolas en fueye, Rafael Tuegols y Atilio Lombardo en violines; Juan Marini al piano y Alberto Paredes en cello.
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| Eduardo Arolas |
Y entonces comprobaremos cuan distinto es bailar con una u otra orquesta, aunque se trate del mismo tema. Los que no bailan, pues disfrútenlo a pura oreja.
Las interpretaciones son de: Ricardo Tanturi (1941), Florindo Sassone (1956), Juan D'Arienzo (1947) Y Osvaldo Pugliese (1970). Hay una versión muy buena de Alberto Mancione con arreglo de Roberto Vallejos, pero acá ya tenemos toda la polenta del tango para solazarnos un buen rato.
Y darnos una panzada con el concierto aroliano.
Lágrimas - Ricardo Tanturi
Lágrimas- Florindo Sassone
143- Lágrimas - Juan D'Arienzo
028- Osvaldo Pugliese- Lágrimas
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